Axiología
Procede de dos
vocablos griegos Axios = Valor y Logos
= Ciencia.
Es la rama de la filosofía que estudia la naturaleza de los valores y
juicios valorativos. El término axiología fue empleado por primera vez por Paul Lapieggg en 1902 y posteriormente por Eduard von Hartmann en 1908.
La reflexión explícita acerca de los valores, sin
embargo, es anterior a la noción de axiología y puede remontarse a Hume, quien
se preocupa principalmente por los valores morales y estéticos y elabora una
teoría anti metafísica y nominalista de los valores. Con todo, la teoría de
Hume define los valores como principios de los juicios morales y estéticos,
visión que será criticada por Friedrich Nietzsche y su concepción genealógica de los
valores, según la cual no sólo los juicios estéticos y morales dependen de
valores, sino que hasta las verdades científicas y las observaciones cotidianas
responden a ciertos valores y formas de valorar. Por otro lado, también Marx utiliza
un concepto económico de valor para fundamentar en buena medida sus críticas y
análisis socioeconómicos.
La axiología no sólo trata aborda los valores
positivos, sino también de los valores negativos, analizando los principios que
permiten considerar que algo es o no valioso, y considerando los fundamentos de
tal juicio. La investigación de una teoría de los valores ha encontrado una
aplicación especial en la ética y en la estética, ámbitos donde el concepto de
valor posee una relevancia específica. Algunos filósofos como los alemanes Heinrich
Rickert o Max Scheler han realizado diferentes propuestas
para elaborar una jerarquía adecuada de los valores. En este sentido, puede
hablarse de una ‘ética axiológica’, que fue desarrollada, principalmente, por
el propio Scheler y Nicolai
Hartmann.
Desde el punto de vista ético, la axiología es una
de las dos principales fundamentaciones de la Ética junto con la deontología.
De acuerdo con la concepción tradicional, los valores pueden ser objetivos o subjetivos.
Ejemplos de valores objetivos incluyen el bien, la verdad o la belleza, siendo finalidades ellos
mismos. Se consideran valores subjetivos, en cambio, cuando estos representan
un medio para llegar a un fin (en la mayoría de los casos caracterizados por un
deseo personal). Además, los valores pueden ser fijos (permanentes) o dinámicos
(cambiantes). Los valores también pueden diferenciarse a base de su grado de
importancia y pueden ser conceptualizados en términos de una jerarquía, en cuyo
caso algunos poseerán una posición más alta que otros. El problema fundamental
que se desarrolla desde los orígenes mismos de la axiología, hacia fines del siglo XIX,
es el de la objetividad o subjetividad de la totalidad de los valores. Max Scheler se ubicará en la primera de las dos
posiciones. El subjetivismo se opondrá, desde el principio, a este enfoque. Y
entenderá -a la antigua manera de Protágoras-
que lo estrictamente humano es la medida de todas las cosas, de lo que vale y
de lo que no vale, y de la misma escala de valores, sin sustento en la realidad
exterior. Alfred Jules
Ayer mismo, en "Lenguaje, verdad y lógica",
su obra temprana, dejará los juicios de valor fuera de toda cuestión, en virtud
de que no cumplen con el principio de verificación empírica. De esta manera, lo
ético y lo estético no son más que "expresiones" de la vida
espiritual del sujeto. No una captación comprobable del mundo externo.
Desde el punto de vista de Nietzsche, sin embargo,
no hay una diferencia esencial entre lo que la concepción tradicional llama
"juicios de valor" y los juicios científicos, ya que ambos están
fundamentados en valoraciones que se han configurado históricamente y que
constituyen por sí mismas los modos específicos de interpretar y vivir. Así mismo,
tampoco hay diferencia esencial entre el juzgar y el actuar, ya que ambas cosas
consisten en el despliegue de ciertas fuerzas que por definición son fuerzas
que valoran y cuyo movimiento también depende de valoraciones previas.
Ejemplo: Axiología como filosofía para el
crecimiento personal-empresarial
Dentro del pensamiento filosófico existe un punto
central que es cómo queremos llegar a ser en el futuro, en un estado mejor.
Para poder pasar de un estado actual a un mejor estado es necesario que se
comprenda primero que para hacer mejoras tenemos que fundarlas en ciertos
puntos claves. En el pensamiento los hemos llamado siempre la axiología
filosófica o axiología existencial, es decir los valores, que son aquellos
fundamentados de la acción que nos pueden llevar a un estado mejor el día de
mañana, esto se debe a que los valores dan sentido y coherencia a nuestras
acciones.
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